Lo perdí.
En la negrura de la tinta del sueño falso, sentí una ruptura en nuestro vínculo.
Una decisión que no podía deshacer.
Una finalidad que no podía detener.
Estaba sentada en el fondo de un pozo. Un pozo sin paredes para escalar y sin aire para respirar. Oscuro y lúgubre, que me mantenía lejos de la luz de la conciencia.
No podía despertarme.
No podía moverme.
Grité.
Nadie me escuchó.
Traté de escalar.
Me volví a caer.
Le rogué a Sully que no me dejara.
Solo la oscuridad respondió.
***
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