Yo no era un hombre.
Yo era pura rabia.
Rabia y confusión y turbulencia.
Tormentas agitadas llenas de líneas borrosas y grandes cagadas.
Un monstruo con un corazón que de repente recordaba cómo preocuparse.
Me preocupaba por ella.
Yo la deseaba.
Yo la amab…
Mierda.
Mierda.
¡Mierda!
***
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